Dolor Abdominal
Autor: Jesús Cuesta Monge, médico especialista en Anestesiología y vocal de la sección de Médicos de Hospitales
En la práctica diaria entendemos por dolor abdominal funcional un dolor continuo o casi continuo localizado en el abdomen y que no suele tener relación con la función del intestino, es decir, que no se modifica con la comida o la defecación.
Este dolor no está causado por ninguna enfermedad de los órganos abdominales. Existen unos criterios clínicos para su diagnóstico:
- Dolor abdominal continuo o de muy larga duración.
- Ninguna o como mucho ocasional relación del dolor con eventos fisiológicos (comer, defecar o menstruación).
- Alguna repercusión en la vida diaria del paciente.
- El dolor no es simulado.
- Síntomas insuficientes para cumplir criterios de otro trastorno como el síndrome del intestino irritable (dolor, diarrea, estreñimiento).
Los criterios deben cumplirse en los últimos tres meses con síntomas presentes al menos 6 meses antes del diagnóstico.
Es muchísimo menos frecuente que el intestino irritable, que afecta a un porcentaje bastante más elevado de la población. Predomina en mujeres y suele aparecer hacia los 40 años.
MOLESTIAS QUE OCASIONA
El dolor abdominal no tiene características ni localización especial, suele ser difuso y puede tener características variables: opresión, “como una puñalada” o más vago. No interfiere con el descanso nocturno y no suele acompañarse de una pérdida de peso importante ni de otros síntomas abdominales (náuseas, vómitos, cambio en el hábito deposicional).
Es bastante característico que estos pacientes tengan otros cuadros dolorosos inespecíficos a lo largo de su vida (fibromialgia, cefaleas, etc.).
¿POR QUÉ SE PRODUCE?
Se desconoce la causa de este trastorno, sin embargo, su asociación frecuente con otro tipo de enfermedades dolorosas como la fibromialgia, dolores de espalda y de cabeza entre otros y la asociación con enfermedades psicológicas o psiquiátricas como la ansiedad, depresión o somatización orientan hacia una alteración del sistema nervioso como una mala regulación y control del dolor.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se basa en las características del dolor. Debemos excluir otras enfermedades que pueden producir molestias similares.
Las exploraciones necesarias para llegar al diagnóstico de dolor abdominal funcional son muy variables, dependiendo de la intensidad y duración, así como de síntomas asociados. Si el dolor es de larga evolución, sin repercusión en la vida normal del individuo (sin pérdida de peso y con poca repercusión en su calidad de vida, como por ejemplo no perder días de trabajo o actividades cotidianas) la historia clínica y la exploración física normal serían suficientes para establecer el diagnóstico.
Por el contrario, si el dolor es muy intenso acompañado de absentismo laboral, o bien se acompaña de otros síntomas que hagan sospechar alguna enfermedad concreta, se tendrán que excluir enfermedades abdominales como las digestivas, ginecológicas y urinarias. Las pruebas que se realizarán son muy variadas y se decidirán a criterio del médico y basándose en las características de cada paciente; pueden incluir: gastroscopia, colonoscopia, ecografía y/o TAC abdominal, exploración ginecológica y urológica.
TRATAMIENTO
Desafortunadamente no hay tratamiento curativo para el dolor abdominal funcional. Debemos informar al paciente de la benignidad de su enfermedad (no riesgo para la vida, no precisa intervención quirúrgica)
Los medicamentos que habitualmente se utilizan en el tratamiento del dolor (analgésicos) no son de utilidad y por lo tanto no deben utilizarse por sus posibles efectos secundarios. El tratamiento más utilizado es mediante fármacos que actúen a nivel del sistema nervioso central y abdominal; los más utilizados son los antidepresivos que tienen una acción doble: tratar el dolor que posiblemente se origine del sistema nervioso abdominal y mejorar el posible componente psicológico del paciente. Hay varias familias de antidepresivos que pueden utilizarse, algunos de ellos a dosis inferiores a las habitualmente utilizadas para la depresión. Si el paciente tiene una alteración psicológica asociada cono cuadro de ansiedad, depresión entre otros, tendrá que añadirse un tratamiento adecuado. Hay que evitar en lo posible el utilizar tratamiento con morfina o sus derivados ya que crean dependencia importante y no han demostrado mejoría.
PRONÓSTICO
El pronóstico no es malo en cuanto el dolor abdominal funcional no pone en peligro la vida del enfermo. El paciente tiene que ver esta dolencia como cualquier proceso doloroso crónico y benigno: cefalea tensional, dolores óseos, etc. En muchos casos con el paso del tiempo suele disminuir la intensidad y la frecuencia del dolor.