Beneficios del Ejercicio Fisico
Dra. Dña. Nuria Esther Sanz Bonacho. Vocal de Administraciones Públicas del Colegio de Médicos de Guadalajara. Médico del Equipo de Valoración de la Dependencia de Guadalajara. (Publicación 24/04/2015)
El ejercicio físico es una actividad recomendada para todas las personas de todas las edades, adaptando las pautas de ejercicio a las capacidades y circunstancias personales de cada uno. Si se practica de forma habitual, el ejercicio físico tiene unos beneficios claramente demostrados. Existen evidencias científicas de que un estilo de vida activo tiene importantes beneficios para la salud, y que los hábitos sedentarios están asociados con un incremento de contraer numerosas enfermedades crónicas y de disminuir la longevidad. Así el sedentarismo se ha asociado con un aumento del riesgo de padecer obesidad, depresión y disminución de la salud en general.
Los beneficios del ejercicio físico afectan prácticamente a todos los aparatos y sistemas del organismo y son adecuados para prevenir la aparición de numerosas enfermedades como diabetes, obesidad, hipertensión, osteoporosis, enfermedades coronarias…
Algunos de los beneficios a destacar son:
1.-Sobre músculos y huesos.-El ejercicio físico estimula el sistema musculo-esquelético. El estímulo sobre el hueso lo hace más resistente. Así la osteoporosis puede prevenirse con pautas adecuadas de ejercicio. Además el ejercicio ayuda a tener los músculos más fuertes y flexibles, reduciendo la aparición de dolores. El ejercicio favorece el fortalecimiento de estructuras articulares (huesos, cartílagos, ligamentos, tendones) y mejora la función del sistema músculo-esquelético contribuyendo en la calidad de vida y grado de independencia especialmente en las personas de más edad. Así también previene el deterioro muscular producido por los años. Facilita el mantenimiento de la autonomía en las actividades de la vida diaria.
2.-A nivel respiratorio.-El ejercicio ayuda a mejorar la capacidad respiratoria.
3.-A nivel digestivo.-El ejercicio físico ayuda a regular el ritmo intestinal, mejorando el estreñimiento, y a controlar el apetito.
4.-A nivel de la mente.-En personas mayores hay estudios que respaldan que el ejercicio físico habitual disminuye el avance del deterioro cognitivo. El ejercicio cuida el cuerpo, pero también la mente. La superación conseguida con el ejercicio produce bienestar y aumento de la motivación. A la sensación de bienestar conseguida hay que añadirle la disminución del “estrés mental”, ya que durante el ejercicio se produce una liberación de endorfinas que favorece el “sentirse bien” después del ejercicio. El hacer ejercicio también disminuye el grado de agresividad, ira, ansiedad, angustia y depresión.
5.-En la prevención de enfermedades.-En enfermedades cardiovasculares, diabetes, sobrepeso, artrosis, algunos tipos de cáncer, actúa como factor de prevención, e incluso, cuando la patología ya se ha producido, puede ayudar a disminuir la sintomatología.
6.-Sobre el descanso nocturno.-El ejercicio diario, asociado a hábitos saludables y a una correcta alimentación, ayuda a que el cuerpo y la mente consigan una mejor relajación, lo que favorece un descanso nocturno más reparador. Mejora la calidad del sueño y disminuye el insomnio.
7.-Sobre el aparato circulatorio.-El ejercicio contribuye a la reducción de la tensión arterial. Mejora la circulación en todo el organismo. Disminuye la formación de coágulos dentro de los vasos sanguíneos, previniendo la aparición de infartos y trombosis. Además mejora el retorno venoso, previniendo la aparición de varices.
8.-Sobre el metabolismo.-El ejercicio contribuye a mejorar el aprovechamiento del oxígeno que le llega al organismo a través de la circulación. Mejora la respuesta inmunológica ante las infecciones. Incrementa la secreción y actividad de distintas hormonas, lo que contribuye a la mejoría de las funciones del organismo. Durante la actividad física aumenta el consumo de grasas, lo que contribuye a la pérdida de peso. Además colabora en la disminución del colesterol total y del colesterol LDL (“colesterol malo”) y al aumento del colesterol HDL (“colesterol bueno”).
Cuando hablamos de ejercicio habitual nos referimos a las recomendaciones habituales de ejercicio, en torno a 150 minutos a la semana, o unos 30 minutos de ejercicio al día. El ejercicio, siempre adaptado a cada persona y situación.