Comunicado de la Junta del ICOM de Guadalajara en relación con la gestión de la crisis del coronavirus
Como representantes del colectivo médico, que ha experimentado esta crisis de la COVID-19 en primera línea sanitaria, emitimos el siguiente comunicado:
- Es evidente que las dimensiones de esta crisis epidemiológica han sobrepasado cualquier expectativa previa sobre las necesidades de nuestro sistema socio-sanitario para satisfacer la demanda planteada, en recursos,
organización y personal. - Es también evidente que las cifras de incidencia acumulada de la enfermedad y de mortalidad de personas por millón de habitantes debidas al coronavirus y de personal sanitario infectado en Castilla-La Mancha son, lamentablemente, de las más altas de toda España y del mundo.
- Queremos agradecer la generosidad con el que la ciudadanía, a título personal o a través de organizaciones e instituciones, ha elaborado, conseguido y donado material sanitario para ayudar a la atención de los pacientes y para proteger a los sanitarios que les atienden directamente.
- Reconocemos y agradecemos el enorme esfuerzo y altruismo de todos los profesionales sanitarios, en estas situaciones de gran incertidumbre, estrés y precariedad de medios. A todos, de los centros sanitarios y de las residencias de mayores, sean públicos o privados.
- También reconocemos y agradecemos la colaboración y paciencia de la mayor parte de la ciudadanía que, comprendiendo la gravedad de la situación, ha colaborado respetando la cuarentena, quedándose en casa, para prevenir contagios y disminuir la sobrecarga asistencial en los centros sanitarios.
- Es una realidad que, en casi todos los centros sanitarios, de atención primaria u hospitalaria, se ha vivido durante muchas semanas, una gran escasez de equipos de protección individual (los “EPI”): mascarillas, guantes, trajes o batas, pantallas, etc. Y todavía sigue ocurriendo, más de 2 meses después de declarar el estado de alerta sanitaria. Por ello, lamentamos con indignación la alta tasa de profesionales contagiados y enfermos. De forma especial sentimos con dolor el sacrificio de aquellos que han perdido su vida.
- La falta de las pruebas o test diagnósticos para el coronavirus, y su limitada fiabilidad, ha sido la norma hasta hace pocos días. Ello ha supuesto un claro aumento del riesgo de contagio entre ciudadanos, pacientes y sanitarios, por no permitir una identificación y seguimiento de los pacientes y sus contactos.
- Es indudable que la falta generalizada de información, coordinación y de pautas o protocolos claros, no ha ayudado a gestionar la atención sanitaria eficazmente en cada uno de los niveles asistenciales y/o políticos.
Como reconocemos en el primer punto, gran parte del problema era imprevisible, pero entendemos que la gestión política y sanitaria de la crisis en nuestro país y especialmente en nuestra región de Castilla-La Mancha no han sido afortunadas, si comparamos nuestras cifras con las de otras regiones autonómicas y otros países.
No se pueden aceptar, bajo ningún concepto, declaraciones políticas de triunfalismo o satisfacción con la gestión sanitaria realizada en esta crisis, como las expresadas por nuestro presidente autonómico, D. Emiliano García-Page, banalizándola al principio (declaraciones del día 12 marzo) o afirmando que no ha habido escasez o falta de recursos de atención y protección sanitaria (declaraciones del 2 de mayo). Son un insulto a la verdad y una falta de respeto a la ciudadanía, a los pacientes, a los fallecidos y a los profesionales sanitarios.
Se tomaron medidas demasiado tarde en la prevención de la extensión de la enfermedad y en la provisión de material necesario. Y es evidente que ha influido en las terribles cifras en nuestra región. A pesar de todos los esfuerzos, las limitaciones de recursos obligaron a cribar y a priorizar pacientes para acceder a respiradores o servicios de cuidados intensivos, privando a otros de los mismos, con consecuencias fatales. Del mismo modo, personas mayores de residencias geriátricas no pudieron acceder a los servicios hospitalarios. Basta hablar con los profesionales socio-sanitarios para confirmar estos datos.
Por todo lo expuesto, creemos que todos, gestores y profesionales sanitarios, solo podemos reconocer humildemente que hemos sufrido las grandes limitaciones de previsión, de organización y de material, sobre todo en los peores momentos de la crisis, de forma desigual en las provincias de nuestra comunidad. Y son en esas terribles circunstancias, y con estas limitaciones, en las que se ha intentado ofrecer la mejor atención posible a los pacientes y a la población en general.
Finalmente, queremos suscribir las palabras del presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), el Dr. Serafín Romero, criticando y lamentando que el Gobierno y las comunidades autónomas no hayan contado -una vez más- con nuestra opinión en la crisis del coronavirus: “Consideramos prioritario que se contara con las profesiones
sanitarias y es algo que hemos echado en falta. Venimos estando muy lejos de la toma de decisiones desde siempre. No estamos ni en el Consejo Asesor del Ministerio, no hemos estado ni a nivel nacional ni en ninguna comunidad autónoma. No tiene sentido disponer de órganos de representación profesional y no participar en la toma de decisiones. Tenemos que estar para la corrección de documentos una vez publicados y perdemos un tiempo importante”.