Crónica de una excursión sorprendente por Las Inviernas y El Sotillo
Buena mañana de paseo por una zona bastante desconocida de la provincia de Guadalajara, que esconde un espectácuilo geológico digno de admiración.
Dejamos el autobús antes de llegar a Las Inviernas y tomamos el GR-10 que conduce hasta El Sotillo. El camino se transforma pronto en una senda sinuosa que transcurre entre robles carrasqueños cubiertos por esa característica corteza del otoño. Pocos minutos después, descendemos por primera vez al Barranco del Reato, donde aparece la primera maravilla geológica del camino: un fraile que se alza entre chopos, cubierto por la yedra desde el suelo. Tomamos aliento y emprendemos la marcha hacia el Sotillo, superando una ligera subida y bajando después hacia el arrollo del Chorrón, a cuya orilla los paisanos cultivan sus huertas. Damos una vuelta por el el pueblo, bebemos de la fuente, observamos el lavadero y charlamos con los autóctonos, que con solo vernos ya saben que vamos “a los Frailes”. Tomamos de nuevo el cauce del Chorrón, que nos lleva hasta el cauce seco del Barranco del Reato. Caminamos varios cientos de metros por una pista tranquila y poco transitada, a cuyos lados se percibe la huella geológica del agua. Los Frailes del Reato emergen, dominando con violencia un paisaje que parecía no esperarlos. Una vez acaba el espectáculo rocoso, hay que andar atentos, puesto que no existe camino para llegar hasta esa roca que debe ser nuestra referencia en lo alto. Tras localizar ese risco sobresaliente a la derecha, emprendemos la marcha campo a través, superando un desnivel agotador, que tiene su recompensa en forma de vistas espectaculares. Foto de grupo y vuelta al camino a través de un bosquecillo de encinas muy agradable. Cogemos un camino rural y pronto llegamos a la carretera, que debemos seguir durante unos metros y cruzar a la derecha. A partir de ahí, el paisaje se transforma: tierras de labor y el trazado del Barranco de San Roque, que transcurre al lado de la GU-922. Una encina solitaria y enorme protagoniza un tramo de este camino tranquilo que nos devuelve hasta las Inviernas. Allí nos recibe Laura en un bar con la puerta cerrada, sin nombre ni barril de cerveza, pero con muy buena voluntad por parte de la tabernera. Comemos nuestros bocadillos en una improvisada terracita y volvemos a Guadalajara,a donde llegamos a las 4 la tarde.
Podéis consultar la ruta realizada aquí: https://www.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=20470624