Disfrutando de la nieve en plena primavera
Cada año, el grupo de senderismo del Colegio de Médicos se plantea un gran reto como colofón a la temporada. El primer año fue el Ocejón, luego el Pico del Lobo, más tarde la Cebollera y en esta ocasión El Campachuelo y El Cerro del Campo. Las ganas no faltaron, el sol lució durante toda la mañana, pero aun así El Cerro del Campo se resistió a los excursionistas, que coronaron con éxito El Campachuelo.
La aventura comenzó a primera hora de la mañana en el Colegio de Médicos, desde donde partieron tres coches con cuatro pasajeros cada uno. Las previsiones meteorológicas hablaban de frio y nieve, por lo que en las mochilas no faltaban polainas, gorros y guantes para el frío. Como punto de partida se optó por el Hostal de Valverde, donde tomaron fuerzas para lo que estaba por venir. Con amplias sonrisas y cargados de energía comenzó la marcha, atravesando el pueblo de Valverde de los Arroyos, camino del campo de fútbol. Una vez allí, tomaron el camino que lleva a las Chorreras de Despeñalagua y más adelante se desviaron a la derecha, ganando algo de altura y observando cómo las vistas mejoraban a cada paso. En esta ocasión, el grupo contaba con la compañía de José María Alonso Gordo, médico de familia jubilado y natural de Valverde de los Arroyos, por lo que la ruta estuvo salpicada de datos tradicionales y curiosos, relacionados con la historia del pueblo. La primera parada extra fue en lo alto de las chorreras: 15 minutos para contemplar una vista de las cascadas poco habitual. La mayoría del grupo estaba unido, pero unos cuantos se retrasaron y tuvieron que hacer un poco el cabra para unirse con el resto, ya que la senda elegida por José María era poco transitada.
Una vez volvieron al camino habitual, los caminantes continuaron con la marcha, que coincide con la ascensión al Ocejón durante varios kilómetros. Llegados a a un punto tuvieron que tomar un desvío a la derecha, perfectamente señalizado como GR-60, que recorre los pueblos de la Arquitectura Negra. Siguiendo la senda el grupo continuó ascendiendo hasta dar vista a Majaelrayo, Campillo, e incluso el pantano de El Vado. Las espectaculares vistas abrieron el apetito a los caminantes, que echaron mano del morral y la bota y cargaron las pilas. Quedaba mucho por delante y el primer hito en el camino estaba cerca: el Campachuelo, a 1934 metros de altitud. El camino, nevado, discurría a ratos entre piedras, por lo que llegar hasta arriba no fue en absoluto fácil. Una vez coronado el pico, los colegiados y sus amigos continuaron caminando sobre la nieve, disfrutando de las vistas a ambos lados. El Ocejón, imponente a la derecha y Soria, a la izquierda. Impresionante.
El tiempo pasaba y la nieve ralentizaba los pasos de la comitiva, que decidió bajar por el gayubar a la altura del Hervidero. Fue una bajada larga y abrupta pero divertida, con alguna caída y momentos para recordar. A pesar de haber eliminado el Cerro del Campo del programa, eran casi las 4 cuando el grupo llegó al Hostal, donde les esperaban, a cada uno, un par de huevos fritos con choricito y lomo. Una bendición.