Doctor, ¿mi padre tiene Alzheimer?
Dra. Dña. Nuria Esther Sanz Bonacho. Vocal de Administraciones Públicas del Colegio de Médicos de Guadalajara. Médico del Equipo de Valoración de la Dependencia de Guadalajara. (Publicación 23/01/2015)
La demencia es un problema socio-sanitario de gran impacto sobre la calidad de vida de la población anciana y sus familiares. Su atención supone un importante gasto sanitario y social, pero sobre todo un elevado gasto emocional y económico para el paciente y su familia.
Una demencia es una enfermedad que se caracteriza por un deterioro mental y de la personalidad, prematuro y progresivo. Su causa puede ser variada, pero fundamentalmente se debe a una pérdida lenta pero irreversible de las funciones del cerebro. Puede afectar a cualquier persona adulta, pero sobre todo la presentan las personas de más edad.
Los problemas de memoria afectan al 50% de las personas mayores de 65, mientras que la demencia como tal tiene una prevalencia del 5-10% en mayores de 65 años y del 20-40% en mayores de 80 años.
Las causas más frecuentes de demencia son:
- Enfermedad de Alzheimer: 50-75%
- Demencia vascular: 20-30%
- Demencia por cuerpos de Lewy: 15-25%
- Los síntomas que nos pueden hacer pensar en una demencia son:
- Pérdida de memoria que afecta las capacidades en el trabajo (citas, nombres, números de teléfono, etc.)
- Dificultad al realizar tareas familiares (preparar comidas, administrar el dinero, teléfono, control de medicamentos … )
- Problemas del lenguaje (no encuentran la palabra adecuada, cuesta entenderlos)
- Desorientación de tiempo y lugar, se olvidan de la fecha y hasta se pierden en los sitios habituales
- Pobreza de juicio (vestidos inapropiados, conductas anómalas, etc.)
- Problemas del pensamiento abstracto (olvidar el significado del dinero, problemas al evaluar semejanzas, al interpretar refranes … )
- Pérdida de cosas importantes o colocarlas en lugares inadecuados (plancha en la nevera, etc.)
- Cambios de humor o de conducta (cambios frecuentes e inesperados del estado de ánimo)
- Cambios de carácter, tienen miedo, a veces euforia, a veces depresión, y otras veces pueden ser violentos e irritables
- Pérdida de iniciativa, pasividad y necesidad de estímulos constante.
- No reconocen a sus propios familiares
- En fases avanzadas presentan problemas físicos importantes: dificultad para caminar, controlar la orina, las heces e incluso para comer
Es una enfermedad grave y en la mayoría de los casos no se superan los 10 años de evolución.
La demencia, por ahora, no tiene tratamiento curativo. Todos los tratamientos que pueden hacerse son únicamente de soporte.
Es necesario que una persona se haga cargo de la atención de la persona con demencia, con la colaboración del resto de la familia.
Ninguno de los síntomas que hemos nombrado es voluntario, y por tanto deben encontrar comprensión en los familiares y cuidadores. Hay que aprender a hablar con ellos de forma pausada y relajada, con frases cortas. Cuando avance la enfermedad, todas las actividades del día deben hacerse rutinarias, con horarios fijos.
También es muy importante que el cuidador “se cuide”, debe disponer cada día de un tiempo para uno mismo. Debe mantener su círculo de relaciones y un estrecho contacto con los profesionales del centro de salud. Pueden informarse de las ayudas existentes a través de sus trabajadores sociales de referencia.
Hay que vivir el momento y resolver problema a problema según se vayan presentando, y no pensar en situaciones futuras que no existen. Puede ser positivo establecer contacto con otros familiares de enfermos con demencia.
Si usted sospecha que su familiar pueda tener una demencia, debe ponerse en contacto con su médico de familia, que le realizará una valoración individualizada para determinar si se trata de una verdadera demencia o de un problema de memoria relacionado con la edad.
Los profesionales de Atención Primaria ocupan un lugar adecuado para la atención de las demencias, ya que conocen al paciente y su entorno social y familiar, pueden hacer un diagnóstico temprano y un seguimiento de la enfermedad, y también utilizar y coordinar los recursos disponibles.