Dolor postoperatorio
Dra. Dña. María Cristina del Rey López, Vicepresidente del Colegio de Médicos de Guadalajara (Publicación 17/05/2014)
El dolor postoperatorio es un dolor agudo que aparece como consecuencia del acto quirúrgico. Desde el punto de vista fisiopatológico, se genera por las manipulaciones propias de la operación – tracciones y secciones de tejidos- y la liberación de sustancias capaces de activar los receptores encargados de procesar la sensación dolorosa.
Su control es esencial pues su alivio no es sólo un acto de compasión humana sino necesario por conseguir una disminución de la incidencia de complicacionespostoperatorias ( neumonías, arritmias, retención urinaria inmunodepresión…).
En este sentido, se ha descrito que determinadas técnicas analgésicas -como los bloqueos nerviosos alrededor de la medula- se asocian a una menor morbimortalidad. Asimismo, una adecuada analgesia proporciona otros beneficios como un menor deterioro mental en el período postoperatorio y un menor riesgo de aparición de cuadros de dolor crónico postquirúrgico. Por otra parte, gracias a la consecución de una analgesia eficaz se pueden realizar procesos de rehabilitación activos que contribuyen a mejorar el pronóstico de cirugías como la traumatológica. El resultado global es una mejor calidad asistencial y un menor coste hospitalario.
Se trata de un dolor asociado a reacciones vegetativas, psicológicas, emocionales y conductuales. Si no se trata adecuadamente, puede cronificarse.Aun hoy en día, casi el 50% de los pacientes operados presentan dolor moderado a severo, a pesar de una mejor concienciación sobre el problema por parte de anestesiólogos y cirujanos y la creación de unidades de dolor agudo.
Por otra parte , es importante remarcar que el dolor postoperatorio depende de una serie de factores epidemiológicos como son la intervención quirúrgica, el propio paciente, la preparación preoperatoria, las complicaciones que pueden surgir durante el ingreso hospitalario, la técnica anestésica empleada y los cuidados postquirúrgicos, sin olvidar que el dolor es una experiencia subjetiva influenciada por distintos agentes que están interrelacionados.
Su evaluación es a menudo difícil y obliga a recurrir a diversas técnicas que engloban cuestionarios y escalas.
En la actualidad son muchas las guías de tratamiento del dolor postoperatorio que analizan la eficacia de diferentes fármacos analgésicos, vías y métodos de administración, en función del tipo de cirugía y del lugar de la intervención. Su denominador común es adecuar los tratamientos para cada tipo de intervención aplicando métodos basados en la evidencia científica. La razón es obvia: determinar la intensidad del dolor agudo postoperatorio y administrar el tratamiento adecuado no es fácil ni está exento de riesgos.
Para el alivio del dolor postoperatorio tenemos a nuestra disposición un amplio abanico de medidas – farmacológicas y no farmacológicas- que pueden emplearse incluso antes del evento quirúrgico. Para luchar contra el dolor lo más frecuente es que utilicemos:
1. AINES : son analgésicos y antiinflamatorios.
2. Opiáceos: producen una analgesia muy potente pero presentan efectos adversos como naúseas, estreñimiento…En la mayoría de los casos se asocian a los AINES para el control del dolor moderado a severo.
3. Analgesia epidural: consiste en introducir un anestésico local en el espacio epidural para bloquear las raíces nerviosas encargadas de trasmitir el dolor.
4. Bloqueo del plexo braquial: consiste en localizar los nervios, encargados de la sensibilidad y movimiento del brazo, a nivel de la axila o en el cuello e inyectar un anestésico local.
5. Bloqueos en general de cualquier tronco nervioso guiado por ecografía.
En definitiva para combatir el dolor postoperatorio poseemos diversos fármacos y técnicas que tendremos que adecuar a las características de cada paciente y tipo de cirugía. Conseguir un control adecuado del dolor no siempre es fácil debido a los efectos secundarios (a veces graves) de los fármacos, a que a veces es complicada la realización de las distintas técnicas y a que el umbral o sensibilidad al dolor de cada paciente es muy variable.