Duelo
Dr. D. Juan Iañez Galán, vicesecretario del Colegio Oficial de Médicos de Guadalajara. (Publicación 15/05/2015).
Qué palabra tan dura pero tan fundamental en nuestra existencia. Duelo es la reacción de los seres humanos ante la pérdida de una persona, animal, objeto o evento significativo (el empleo, ruptura de una relación, etc…). Se llama duelo al proceso de adaptación emocional que sigue a las pérdidas antes descritas.
Es una respuesta emocional y comportamental en forma de sufrimiento y aflicción cuando el vínculo mutuo se rompe.
Duelo es también el nombre del proceso psicológico, pero hay que tener en cuenta que este proceso también tiene componentes físicos, fisiológicos y sociales.
La intensidad y la duración de este proceso están en relación proporcional a la dimensión y el significado de la pérdida.
La muerte de un ser querido es una de las situaciones más duras a las que tiene que enfrentarse un ser humano a lo largo de su vida. Aunque suele provocar reacciones intensas en nuestra psicología (confusión, tristeza, angustia, impotencia, miedo…..) y en nuestro cuerpo (tensiones musculares, pérdida de apetito, pérdida de sueño, debilidad….) el duelo no es una enfermedad. La enfermedad sería no hacer el duelo. El duelo por la muerte de una persona importante en nuestra vida es siempre muy doloroso. No hay una varita mágica que nos evite ese sufrimiento…
El dolor es el precio que pagamos por amar a otras personas. Si no nos doliera perder a nuestros seres queridos, dejaría de tener sentido nuestra existencia.
El duelo tiene una serie de etapas en su proceso (fase de negación, fase de enfado – indiferencia – ira, fase de dolor emocional y fase de aceptación). Suele durar entre 2 y 12 semanas, aunque puede durar hasta seis meses si la pérdida es de un ser querido muy allegado. Si el período es más largo hay que plantearse que hay que acudir a un especialista en Psiquiatría o Psicología y solicitar su ayuda para volver a desenvolverse de forma normal en la vida rutinaria, ya que se puede estar creando un cuadro depresivo crónico y lo que se denomina duelo patológico.
La elaboración del duelo es el período de tiempo que va desde la pérdida del ser querido hasta que esta pérdida se supera. Esta elaboración se puede comenzar antes de la pérdida, en caso de que ésta se pueda prever con cierta antelación.
Este proceso de elaboración tiene algunos determinantes también: relación afectiva con el fallecido, duración de la enfermedad y agonía, parentesco, carácter de la muerte, sexo del superviviente, ideas religiosas-filosóficas-espirituales, experiencia en otras situaciones de duelo.
La manifestación externa del duelo es el luto. Es su expresión más o menos formalizada y cultural. Es su correlación más social. También se exterioriza con llantos, rabia, reacciones de agresividad que son consideradas “normales” en esos momentos.
El duelo debe ser completado, para lo que tenemos que:
Aceptar la realidad de la pérdida.
Sentir el dolor y todas nuestras emociones.
Adaptarse a un ambiente en el cual falta el ser que murió.
Aprender a vivir en su ausencia.
Tomar decisiones en soledad.
Retirar la energía emocional y reinvertirla en nuevas situaciones.
Tenemos que pensar que todo duelo tiene que tener un final. No quiere decir que se tiene que olvidar, pasar página o abandonar al fallecido. NO, de ninguna manera terminar es darle un lugar en lo más íntimo de nosotros, un lugar donde la muerte no puede llegar, donde podremos seguir queriéndolo siempre, donde el amor que nos dio permanecerá intacto.
Y que todo esto nos permita abrirnos de nuevo a la vida que sigue.