El confinamiento, buen momento para el ejercicio físico y alimentación saludable
Beatriz Yuste Martínez
Vocal de la Sección de Jóvenes y Promoción de Empleo
Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Guadalajara
El pasado día 14 de marzo fue decretado el Estado de Alarma debido a la situación de pandemia actual por COVID-19. Desde entonces y por evitar llegar a una situación de colapso sanitario, se nos restringía a todos los españoles la libertad de movimiento, quedando confinados en nuestras casas.
Todo ello significa que la población puede salir de sus domicilios únicamente cuando sea imprescindible. En el artículo 7 del decreto de estado de alarma se establecen los únicos supuestos para hacerlo y por supuesto no incluyen viajar.
Esta situación de confinamiento rompe con la rutina diaria de cada persona y nos obliga a cambiar los hábitos que teníamos previamente establecidos. Esto no debería utilizarse como excusa para instaurar el sedentarismo y la inactividad física en nuestro día a día. Si no teníamos una rutina de ejercicio establecida, podemos pensar que esta situación se volverá en nuestra contra, sin embargo, os animo a verlo como oportunidad para tener tiempo de realizar ejercicio físico. Crear un horario para el ejercicio nos ayudará a la hora del cumplimiento del mismo.
Me gustaría distinguir actividad física de ejercicio físico. En nuestro domicilio, por ejemplo, se puede realizar actividad física haciendo la comida, cortando el césped, haciendo la cama, recogiendo la casa… Sin embargo, el ejercicio físico debe ser una actividad programada; la idea es realizar ciertos ejercicios que nos proporcionen una mejora en la movilidad musculoesquelética cuya finalidad sea un incremento de la salud.
Lo ideal sería crear una rutina de ejercicio con un plan establecido, por ejemplo, con programas individualizados online que realizan expertos en actividades deportivas. Eso sí, siempre teniendo precaución a la hora de acceder al contenido digital sobre el ejercicio físico que nos encontramos; hay que individualizar los ejercicios que se vayan a realizar en función de la forma física de la que partimos, realizando una técnica adecuada para evitar posibles daños y/o lesiones durante la realización del mismo. No hay que olvidar que, al prescindir de la supervisión profesional de la técnica de ejecución, la intensidad del trabajo o el volumen, la seguridad disminuye considerablemente y aumenta el riesgo de lesiones. Pero todo ello, no debe de paralizarnos; conocer nuestras limitaciones, estando pendiente de la técnica a realizar, se convertirá en una motivación extra que nos obligue a salir de nuestra zona de confort.
Otro de los pilares fundamentales, al hilo de mantener una vida activa en el propio domicilio, es la alimentación. Hay que recordar lo importante que es continuar con hábitos alimenticios saludables. En estos momentos, es posible que suframos periodos de ansiedad que nos propicien a perder el control sobre las comidas, realizando incluso picoteos de comida a destiempo.
Según un documento de postura de la Academia Española de Nutrición y Dietética y del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas, una alimentación saludable se define como “aquella que es suficiente, completa,
equilibrada, satisfactoria, segura, adaptada al comensal y al entorno; además de ser sostenible y asequible”. En general, y teniendo el patrón alimentario mediterráneo como el más común entre la población española, merece la pena recordar que está basado en el consumo de alimentos de origen vegetal como frutas, hortalizas, legumbres, cereales y sus productos derivados como el pan o la pasta, arroz y otras semillas, principalmente en sus variedades integrales, frutos secos y aceite de oliva, especialmente el virgen extra y, en menor medida, alimentos de origen animal como carnes, pescados, huevos, quesos y otros productos lácteos. En este patrón alimentario está contemplado el consumo de alcohol; sin embargo, debido a los potenciales efectos adversos asociados, se desaconseja su consumo dentro de un patrón alimentario saludable.
Os animo a llevar a cabo todas estas medidas ya que, como punto muy favorable, la actividad y el ejercicio físico diarios, junto con una alimentación saludable, nos ayudarán a que el confinamiento sea mucho más llevadero evitando posibles estados de ansiedad o tristeza puntual.