El Síndrome Postvacacional
Dr. J. Ignacio Alonso González, Médico de Urgencias y Vocal de Tutores y Docentes del Colegio de Médicos de Guadalajara, (Publicación 21/08/2015).
Quién no ha sufrido hoy en día un sentimiento de “pereza” infinita cuando uno termina sus vacaciones, y tiene que volver al trabajo. Es normal que el primer día e incluso unos pocos después de incorporarse al mismo tras el asueto veraniego, mostremos cierta “reticencia” a comenzar de nuevo nuestra actividad laboral habitual, pero si este sentimiento se prolonga más en el tiempo puede ser que nos encontremos ante lo que en los últimos años se viene llamando “síndrome postvacacional”.
Los síntomas más frecuentes de este síndrome, pueden variar de unos pacientes a otros, siendo los más frecuentes la sensación de debilidad generalizada, con astenia intensa al realizar nuestra labor habitual. A esto se puede asociar desgana, mal humor, incluso en ocasiones hastío. Así mismo podemos notar falta de concentración, insomnio nocturno e hipersomnolencia diurna. , con ánimo depresivo en la mayoría de los casos.
Si nos remitimos a la bibliografía médica, resulta que sólo encontramos referencia a esta patología desde hace unos quince o veinte años hacia acá, lo que debería significar que hace unos años, o no se diagnosticaba, o no existía dicha dolencia. Personalmente pienso que realmente no existía, y digo esto basándome en mi propia experiencia familiar: a mi padre, albañil de profesión, jamás le vi quejarse en su vida, de tener que volver al trabajo después de las vacaciones, y entiéndase que he dicho que no existía, no que no exista en la actualidad. Probablemente las condiciones laborales actuales, como la sobrecarga de trabajo, los escuálidos sueldos, y el estrés emocional al que nos vemos sometidos en muchas ocasiones en nuestros quehaceres profesionales, contribuyan a que la reincorporación a nuestro puesto de trabajo tras los merecidos días de descanso, se nos haga tan cuesta arriba.
La mejor manera de solucionar el problema, es prevenirlo antes de que aparezca. Una de las cosas que pueden servirnos, es fraccionar las vacaciones en varios períodos, ya que en ocasiones un período muy prolongado de desconexión con el trabajo hace que nos sea más difícil el regreso. En períodos vacacionales, algunas personas inician ciertas actividades lúdicas, que sería importante intentar mantener tras la vuelta al trabajo, pudiendo llegar a ser una motivación, y un modo de evadirse del ambiente laboral. Lo ideal, sería intentar reincorporarse a nuestro puesto de forma progresiva, pero que levante la mano quién tenga permitido hacer esto en su empresa. En algunas ocasiones, si no podemos prevenirlo, o los síntomas son demasiado intensos, y afectan a nuestra vida diaria, deberemos recurrir a nuestro médico de cabecera, para que éste nos ayude, incluso farmacológicamente, a combatir el insomnio, la ansiedad, y la tristeza que nos provoca la vuelta “al cole”.
Si nada de lo anterior funciona, sólo nos queda esperar a que un buen pellizco en la lotería primitiva o en algún otro juego de azar, nos resuelva el problema, y estoy convencido de que se solucionaría de golpe. Suerte!!!.