Estreñimiento
José María Brihuega Rodríguez. Secretario del Colegio Oficial de Médicos de Guadalajara y médico del C.S. Guadalajara III-Alamín. (Publicación 07/02/2014)
Es un padecimiento muy frecuente de la población, que es identificado de manera diferente por médicos y pacientes, así considerando criterios objetivos se situaría en el 2,5 % en hombres y el 5% en mujeres, aunque si lo que consideramos son criterios subjetivos de los propios pacientes, es decir si preguntáramos ¿es usted estreñido? se situaría entorno al 20 % de la población.
Se define como la presencia en el último año durante al menos 12 semanas no necesariamente consecutivas de al menos dos de los siguientes síntomas: molestias intestinales, heces “caprinas”, sensación de evacuación incompleta o necesidad de maniobras manuales en al menos el 25% de las deposiciones o menos de tres deposiciones a la semana. Su prevalencia aumenta con la edad, más frecuente en población con estatus socioeconómico bajo, en pacientes encamados y se correlaciona proporcionalmente con el número de fármacos consumidos por el paciente. Supone un motivo de consulta frecuente en Atención Primaria y de automedicación, así el 20% de la población mayor de 65 años emplea los laxantes de manera habitual.
Las causas más comunes del estreñimiento son los malos hábitos de alimentación, el bajo consumo de alimentos con alto contenido de fibra, ingestión insuficiente de líquidos, malos hábitos de defecación, pérdida del tono muscular del intestino, así como el uso excesivo de laxantes. Otras causas son: Cambios hormonales (Embarazo, menopausia), la edad sobre todo en personas mayores debido a alteraciones en el tránsito intestinal, agravado en ocasiones por la inmovilidad y el deterioro mental, cambios de costumbres, como viajes, horarios y alimentos, determinadas enfermedades como hipotiroidismo, diabetes, enfermedad de Parkinson y otras enfermedades neurológicas, además algunos medicamentos pueden causar estreñimiento como los suplementos de calcio, algunos antiácidos, suplementos de hierro, diuréticos y medicamentos para la depresión, codeína que se usa como antitusígeno o como analgésico. Desde el punto de vista médico la sospecha de origen orgánico en un paciente con estreñimiento indicaría la necesidad de hacer pruebas complementarias y es fundamental la valoración de los signos de alarma, que básicamente son cambios recientes en el hábito intestinal, pérdida de peso o presencia de sangre en las heces. En ancianos la incontinencia fecal con heces líquidas y estreñimiento previo sugiere la presencia de impactación fecal por fecaloma, que es una acumulación de heces en el ano que taponan el flujo normal del tracto digestivo, con diarrea por rebosamiento. La alternancia de diarrea y estreñimiento nos orientaría al diagnóstico de colon irritable, la presencia de dolor con la defecación es característica de enfermedades del canal anal.
En cuanto al tratamiento, si hay una causa se trataría esta. En los casos que se necesite un tratamiento sintomático lo haremos de manera escalonada: 1. Medidas generales como son aumentar la ingestión de líquidos y el grado de actividad física, aumentar ingesta de fibra dietética, vigilar el consumo de fármacos, fijar un horario para la defecación. La fibra aumenta el volumen de las heces al aumentar el contetido de agua de las mismas, aumenta el tránsito en el colon y el número de deposiciones, disminuye la presión dentro del intestino con lo que reduce las molestias. Se recomienda un aporte diario de fibra de unos 30 gramos junto con abundantes líquidos. 2. Tratamiento farmacológico que se debe usar siempre que no sean eficaces las medidas higiénico-dietéticas. Hay varios tipos de fármacos así destacan: 1. los formadores de masa fecal como son: fibra vegetal dietética, plántago ovata, gomas, hidroximetilcelulosa y metilcelulosa. Serían los indicados como primer tratamiento y siempre tomados con abundante líquido. 2. los laxantes osmóticos salinos como son el fosfato sódico y bisódico, sulfato de magnesio y los azúcares como son lactulosa, lactitiol y manitol. Como segundo escalón no debiendo usarse en pacientes con problemas graves renales o cardiacos 3. los emolientes como son docusato, parafina y glicerina, ésta por vía rectal. Usados sólo a corto plazo 4. Irritantes como son sen, cáscara sagrada, senósidos, aceite de ricino, bisacodilo y fenolftaleína. Se deben usar de manera ocasional pues a largo plazo presentan muchos efectos secundarios 5. Procinéticos como es la cisaprida y por último las soluciones evacuantes reservadas a la preparación del paciente para cirugía o exploraciones de imagen (colonoscopia)