Gota
José María Brihuega Rodríguez. Secretario del Colegio Oficial de Médicos de Guadalajara y médico del C.S. Guadalajara III-Alamín. (Publicación 08/11/2013)
Consideraciones generales
Es una enfermedad que se produce por la acumulación de cristales microscópicos de ácido úrico a nivel de articulaciones ocasionando artritis.
Es cuatro veces más frecuente en varones, sobre todo los de mediana edad, que en mujeres.
El exceso de ácido úrico además de gota puede ocasionar cuadros patológicos a nivel renal como cólicos nefríticos y otras alteraciones en el funcionamiento de estos órganos.
El ácido úrico es un producto de degradación de las purinas, presentes en diferentes alimentos y que en determinadas condiciones como son el exceso de aporte de los alimentos que las contienen o la disminución de su eliminación que se hace a través del riñón o la combinación de ambas puede ocasionar hiperuricemia (aumento de ácido úrico en la sangre) y como consecuencia de ésta causar los síntomas de la enfermedad.
Los alimentos que contienen más cantidad de purinas son mariscos, carnes rojas, vísceras(hígado, riñones, mollejas) anchoas, sardinas, arenques, champiñones, espinacas, espárragos, salsas, consomés y levadura de cerveza o de panadería. En nuestro medio es también importante el origen por consumo de alcohol en particular la cerveza.
También pueden desarrollar esta enfermedad personas que padezcan diabetes, obesidad, enfermedad renal crónica, algunos tipos de anemias y en tumores de origen sanguíneo como la leucemia.
Asimismo pueden aumentar el acido úrico algunos medicamentos como acido acetilsalicílico, diuréticos como la hidroclorotiazida y medicamentos usados en transplantados de órganos.
En dietas severas, las pérdidas rápidas de peso también pueden ocasionar elevaciones de ácido úrico.
Síntomas de la gota
Los ataques agudos de gota se suelen presentar de forma repentina, ocasionando dolor muy intenso y generalmente acompañado de hinchazón de la articulación. La articulación más frecuentemente afectada es la metacarpofalángica del dedo gordo del pie (para entendernos es la base del dedo gordo). Este proceso también es llamado podagra, que además de los síntomas mencionados produce gran enrojecimiento y calor de la piel circundante y dolor agudo e intenso al tacto de la zona afectada, otras articulaciones afectadas son otras del pie, codos, rodillas o tobillos. Aunque la forma de afectación de una sola articulación es la mas frecuente, existe la forma poliarticular en la que se ven afectadas varias articulaciones. Aunque algunos pacientes pueden tener una sola crisis, el 75% padece un segundo ataque en el plazo de 2 años.
En la gota de larga evolución pueden aparecer afectación articular crónica, que es causa de daño articular disminución de movilidad y dolor crónico articular, así como de la aparición de tofos (agregados de cristales de ácido úrico rodeados de reacción inflamatoria) dentro de la articulación y también fuera de la articulación manifestándose como abultamientos en la piel de diferente tamaño en sitios como codo, antebrazo, orejas y tendón de Aquiles.
Otras manifestaciones destacables son la nefrolitiasis renal (cálculos en el riñón) causantes de cólicos de riñón, nefrosis por ácido úrico donde los cristales se depositan en las estructuras del riñón llegando a causar insuficiencia renal crónica y nefrosis aguda por ácido úrico que es una causa reversible de insuficiencia renal.
Existe una enfermedad llamada pseudogota que da síntomas muy similares pero que está causada por acúmulo de cristales de pirofosfato cálcico hidratado que produce ataques intermitentes de dolor e inflamación articular.
Pruebas para el diagnóstico
Ácido úrico en sangre, aunque unos valores normales no descartan la posibilidad de padecer la gota.
Análisis del liquido articular, que es el método definitivo de confirmación diagnóstica y para distinguirlo de otras artritis en particular las de origen infeccioso.
Radiografía de la articulación que en fases iniciales suele ser normal y solo en cuadros crónicos puede mostrar lesiones de las articulaciones afectadas.
Presencia de ácido úrico en orina.
Tratamiento
En los ataques agudos se emplean:
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINES) como son diclofenaco, indometacina, ibuprofeno o naproxeno.
Colchicina que en general resulta eficaz sobre todo en las primeras 24 horas.
Los corticoesteroides también pueden ser eficaces bien en infiltración intraarticular o también por via oral en pauta decreciente, en pacientes con afectación poliarticular.
En el campo de la prevención:
Lógicamente es conveniente restringir la ingesta de los alimentos mencionados anteriormente ricos en purinas y las bebidas alcohólicas y aumentar la ingesta de carbohidratos y verduras.
En cuanto a medicamentos preventivos es particularmente útil el Alopurinol que disminuye los niveles de ácido úrico en sangre y que se usará fuera de los cuadros agudos.
En cuanto a los tofos suelen disminuir de tamaño según se controlan los niveles de ácido úrico pero en ocasiones si son excesivamente grandes requieren de tratamiento quirúrgico (extirpación).