Intoxicaciones por Setas I
Dr. D. Ramón Viana López, Especialista en Traumatología y Tesorero-Contador del Colegio de Médicos de Guadalajara. (Publicación 28/11//2014)
Ir al campo a por setas en otoño se ha convertido para los guadalajareños en un ritual. Azuzados por el ‘boom’gastronómico en torno a los hongos, quien más quien menos se ha agenciado una cesta y se ha tirado al monte para iniciarse en la recolección de setas.
Ahora bien, las setas no son cualquier alimento. Si el que sale al monte a coger hongos no es un experto micólogo y termina cocinando todo lo que encuentra, lo lógico es que sufra algún tipo de intoxicación. De hecho los envenenamientos por comer especies tóxicas son cada vez más frecuentes.
Las intoxicaciones pueden clasificarse en las de periodo de latencia breve (hay menos de 6 horas desde la ingestión a la aparición de síntomas), que no suelen ser graves (salvo una excepción) y las de periodo de latencia largo (oscila entre 9-15 horas, aunque hay casos en que puede llegar a los 15 días). Suelen ser graves, ya que cuando se detectan, el daño en el organismo está hecho.
. Intoxicaciones con periodo de latencia corto
– Gastroenteritis aguda (síndrome resinoide): Es provocada por muchas especies de Lactarius, Russula, Boletus, Tricholoma, Entoloma, Clitocybe, Omphalotus, Scleroderma, Agaricus, Chlorophillum, Hebeloma, Hypholoma (en el caso de Hypholoma Fasciculare se han dado envenenamientos mortales). Suele manifestarse por náuseas y vómitos, a veces acompañados de dolor de tripa y diarrea. En general, evolucionan espontáneamente hacia la curación en 1-2 días. Por cierto: algunas personas sufren este síndrome al consumir setas comestibles, como Lepista Nuda, Armillaria Mellea o Clitocybe Nebularis. Ya se sabe que las setas son algo indigestas, y hay quienes las toleran peor…
– Síndrome neurológico: Es producido por setas que contienen derivados isoxazólicos (ácido iboténico, muscimol), como Amanita muscaria y la Amanita Panterina. Actúan sobre el sistema nervioso. Suelen causar vómitos, agitación psicomotriz, síntomas que recuerdan a la borrachera y a veces depresión neurológica similar al coma. En general no es grave (aunque A. pantherina puede ser mortal).
– Intoxicación por hongos alucinógenos: Se debe a los géneros Psilocybe, Panaeolus, Stropharia, Conocybe, Inocybe, Copelandia, Pluteus, etc. En muchas ocasiones la intoxicación es voluntaria, y los hongos son cultivados en casa por los propios consumidores (como los famosos monguis). El efecto alucinógeno ocurre por la psilocibina y la psilocina. El tratamiento es básicamente de soporte (poner al paciente en un lugar con bajos estímulos sensoriales y tranquilizador hasta que se le pase).
– Síndrome muscarínico: Producido por setas que contienen muscarina, como Inocybe, Clitocybe (las especies blancas y pequeñas, sobre todo), Mycena pura y Rubinoboletus. Aparte de síntomas digestivos rápidos, los más llamativos se conocen como síndrome mico-colinérgico. El paciente lagrimea y suda con espectacular profusión (síndrome sudoriano). No suele ser grave, y basta con un lavado de estómago e hidratación para curarlo.
– Intoxicación cardiovascular (síndrome coprínico): causada por Coprinus Atramentarius. Este hongo posee una toxina, la coprina, que interfiere con el mecanismo oxidativo del etanol. Por tanto, si se mezclan estas setas con el consumo de alcohol (simultáneamente o al cabo de un tiempo), se producen náuseas u vómitos, enrojecimiento de la piel, sensación de calor y palpitaciones, sequedad en la boca, arritmias e hipotensión El tratamiento es de soporte y sintomático. Este síndrome también puede ser provocado por Clitocybe Cavipes, Boletus Luridus y Morchella Angusties.
– Intoxicación hemolítica: Provocada básicamente por ascomicetos (Helvella, Sarcosphaera, Peziza, Morchella). No suele ser grave. Los glóbulos rojos se rompen cuando se consumen estas setas crudas o poco cocinadas. En los casos más leves se manifiesta por un color más oscuro en la orina. En los casos más graves puede haber insuficiencia renal.
– Síndrome del Paxillus involutus: Esta seta fue considerada comestible hasta no hace mucho. No obstante, comérsela es muy arriesgado. Es capaz de provocar gastroenteritis a algunas personas. Además, si se consume poco cocinada y de forma repetida, llega a causar sensibilización, con la destrucciónn masiva de glóbulos rojos. En suma, es una alergia alimentaria que puede resultar mortal.