Asistencia sanitaria en los festejos taurinos
Dr.D. Ramón Ochoa Mejías, Presidente del Colegio Oficial de Médicos de Guadalajara y Cirujano Taurino. (Publicación 29/11/2013)
Las personas que asisten a un encierro o una suelta de reses en cualquier pueblo o capital de Castilla La Mancha y los profesionales: matadores de toros, novilleros, banderilleros, picadores, directores de lidia, recortadores y demás, tienen que saber que cuando el jefe de un equipo médico firma que está todo en regla para celebrarse un tipo de espectáculo u otro, garantiza que el equipo médico cumple con la ley vigente.
También firma que el quirófano y el transporte, UVI y ambulancia son totalmente legales. Pero, hablo por mí y creo que en nombre de todos, no cumplimos con la exigencia legal de disponer de sangre y plasma. Y el motivo no es dejadez o ahorro económico. Les explico: la sangre hay que transfundirla, del mismo grupo y RH. Además, los hematólogos realizan en la sangre que ellos manipulan después de extraerla a voluntarios, a los que no se les paga la noche, pues está prohibido por Ley. Una serie de análisis para descartar enfermedades graves que podrían transmitirse con la sangre. Además, hacen pruebas con la sangre a transfundir para ver que no produce reacción con la sangre del paciente que va a ser transfundido. Todo se complica más, cuanto que la sangre hay que transfundirla a una determinada temperatura, etcétera. Más aún cuando la sangre que sale del Banco de Sangre, en Guadalajara (solo hay uno, en el Hospital General Universitario) no puede devolverse y si no se usa hay que tirarla.
Pues bien, en todas las operaciones de cierta envergadura se dispone de sangre, con todas las pruebas dichas para el paciente que va a ser operado en Cirugía, Traumatología, Urología, Ginecología, ORL, Cirugía Vascular y por supuesto hay un remanente por si se necesita en una Urgencia. Pues bien, si nos dieran previo pago sangre para todos los festejos que marca la Ley, habría que suspender muchas de las cirugías hospitalarias. Hay días que se suspenden operaciones por no tener sangre. Imaginen lo que pasaría los días que hay ocho o diez festejos en nuestra provincia. Es imposible cumplir con la Ley, y no por falta de interés, por esfuerzo laboral o por dinero. Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. Que lo sepan las autoridades y la Sociedad Civil.