La uña encarnada
Alicia Fernández de Peñaranda, Vocal de Atención Primaria Urbana, del Colegio de Médicos de Guadalajara (Publicación 31/10/2013)
Una patología que afecta a muchas personas, no grave pero sí invalidante, es la uña encarnada, también llamada onicocriptosis. Consiste en el enclavamiento de uno o dos bordes laterales de la uña en la piel.
Afecta a cualquier sexo y edad, pero es más frecuente en varones adolescentes. No se sabe cual es la causa de esta patología, pero se cree que puede existir cierta predisposición genética que unida a algunos factores externos pueden causar el enclavamiento de la uña.
Estos factores pueden ser:
- El incremento de la sudoración de los pies (frecuente en jóvenes deportistas), que hace que la piel y las uñas se vuelvan más suaves y frágiles, pueden favorecer que las uñas se rompan y las espículas lesionen la piel adyacente.
- La incorrecta forma de cortarse las uñas, de manera que muchas personas tienen la tendencia de recortar los extremos laterales, lo que ayuda a que se generen espículas que, al crecer se clavarán.
- El uso de calzado muy ajustado puede favorecer la aparición de las uñas encarnadas.
- En las personas mayores, el propio envejecimiento de la uña hace que esta se vuelva más gruesa y difícil de cortar, unida a la propia dificultad debida a la edad, lo que puede originar que la uña se clave en las zonas de alrededor.
- Algunas enfermedades crónicas que producen edema en los pies también ayuda a la aparición de la uña encarnada
Solemos clasificar las uñas encarnadas en tres grupos según la severidad de las lesiones:
LEVES: Cuando existe una mínima inflamación con poco dolor y enrojecimiento de la zona lateral de la uña.
MODERADAS: Cuando la inflamación es más importante, dolorosa, puede existir incluso supuración.
SEVERAS: Cuando la inflamación es tan importante que se produce un tejido alrededor de la zona afectada, en defensa a la agresión que produce el enclavamiento, que denominamos tejido de granulación.
El tratamiento de las uñas encarnadas va a depender del grado de afectación, así cuando la afectación es leve suele ser suficiente la aplicación de baños de agua caliente para reblandecer la zona e introducir una tira de gasa entre la zona enclavada de la uña y el lecho de la misma que sirva de guía para que la uña crezca por encima de la zona afectada. Además se darán consejos sobre la correcta forma de cortar las uñas, uso de calzado,…
Cuando la afectación es más importante, moderada o severa, se hace necesario la extirpación del lateral de la uña, que se realizará bajo un tipo de anestesia, denominada troncular, que dejará el dedo insensible al dolor.
Cuando el enclavamiento de la uña tiende a reproducirse a pesar de haber sido tratada, o cuando la afectación es muy severa, el médico suele usar una técnica que elimina la parte afectada de la uña incluída la matriz, de forma definitiva en la mayoría de los casos. Esta suele consistir en la extirpación del lateral de la uña o la uña completa y en la aplicación de una sustancia llamada fenol que quema los tejidos y evita así el crecimiento de la uña en la zona aplicada. Esta técnica tiene el inconveniente de la mayor frecuencia de infección y peores resultados estéticos
No obstante existen muchas técnicas y no hay demostración de cual es la idónea, debiéndose individualizar el tratamiento.