Margarita, una flor marchita
Dra. Dña. Natacha Hernández Pérez, Vocal de Jovenes y promoción de empleo, del Colegio de Médicos de Guadalajara (Publicación 17/10/2014).
¿Cuántas veces acude usted a consulta con la esperanza de que el dolor termine? ¿Cuántas veces acude usted a consulta con la esperanza de que mejore su insomnio? ¿Cuántas veces, acude usted a consulta y ………..? ¿Cuántas veces , recibe usted medicinas, y no un tratamiento alternativo?
Los médicos en nuestro ámbito, tenemos el deber de informar , de orientar y aconsejar un tratamiento , pero también tenemos el deber de valorar otros aspectos tan importantes como pueden ser factores estresores, con los cuales muchos de nuestros pacientes se ven afectados, siendo la causa de muchas de las enfermedades.
Tener la responsabilidad de cada tratamiento se convierte en una lucha constante y obligada a no cerrar nuestros ojos ante una farmacia ambulante. Los pacientes tiene que saber qué toman , a qué interacciones se exponen y qué secuelas pueden presentar en muchas ocasiones en relación a tratamientos crónicos.
Os cuento una historia….
Margarita, 56 años, ama de casa con minusvalía de un 67%, invalidante para su trabajo , 6 años ya cobrando una prestación que apenas da para vivir, con artrosis degenerativa y hernias cervicales a nivel de C4- C5, estudiada por varios servicios, unos mandan un medicamento , otros unos pocos más , y otros… algo tengo que mandarle,… porque si no para qué vienes..
Os habéis preguntado qué es de la vida de Margarita con psicofármacos, analgésicos , antiinflamatorios , relajantes , altas dosis para el manejo del dolor y que cada día camina cabizbaja por las calles de nuestra ciudad, cansada, con la mirada cada día más triste, sabiendo que cada día su camerino en vez de carmines y estupendas colonias, se convierte no más que la suma de más de 21 medicamentos….
Y qué decir del mágico OMEPRAZOL que lo resuelve todo, pero Margarita no para de vomitar, de tener digestiones pesadas, de idas y venidas al hospital con clínica de dispepsia,… ¿Qué hemos hecho? ¿Nos hemos preguntado qué hemos hecho con Margarita???
Está más que demostrado que un porcentaje y bastante alto de los fármacos que prescribimos los médicos de primaria , muchos son inducidos, indicados por otro especialista que una gran parte de los casos el paciente no es más que un 19/, aunque no podemos generalizar.
Pero es también nuestra responsabilidad conocer el ciclo vital familiar y el ciclo vital de la enfermedad de nuestros pacientes, qué les afecta y cómo tratarlos de la mejor manera. Los médicos de primaria tenemos una preciada arma y efectiva herramienta en nuestras manos, que no es más que el abordaje familiar, llegando de la manera más sutil a una hipótesis, de aquellos problemas que convierten a nuestros pacientes en enfermos crónicos y dependientes.
Citas programadas con Margarita, conocer su enfermedad, tomar conciencia de ello, sus limitaciones, su pronóstico, hace que la paciente vea un abanico de posibilidades, conocer qué es lo que toma como interactúa en su organismo y cómo interaccionan los medicamentos, hizo que un día , abriese la ventana y dijes ADIÓS A LAS PASTILLAS Y GRITARA QUIERO VIVIR.
Aprender que existe el hoy con dolor, que se puede estar mejor y muchísimo peor, que los fármacos están para ser usados en los momentos más críticos, hizo que Margarita dejase de gastar 70 euros en farmacia para poder comprar aquella fragancia que tanto le gustaba.
Conocer que existe el aire puro, que si no puedo caminar ni correr , puedo nadar, que existe los días tristes y apagados, pero que ese día , puedo tomarme un te y aun con las manos heladas pueda salir a andar.
Margarita sólo conocía el dolor, no el alivio del mismo, intervenir con ella , su familia, ha sido un trabajo no precisamente de rosas, sino de espinas
Y hoy os pregunto yo, estáis dispuesto hacer esto por vuestros pacientes, no tenéis que responder si no lo habéis practicado antes, pero estáis a tiempo de mejorar la vida de unas cuantas Margaritas o Ignacio, o Pedro o yo que se……