Por una alcarria ecológica
Dra. Dña. Natacha Hernández Pérez, Vocal de Médicos en Formación, del Colegio de Médicos de Guadalajara (Publicación 05/07/2013)
La alimentación en estos momentos se ha convertido en centro de debate y de investigación . Tema de entrada a grandes transnacionales y compañías, con interés de desarrollo y raíces.
En nuestro país una de las vertientes que se ha desarrollado es la agricultura ecológica como fuente de nutrientes sanos para el organismo y con un alto porcentaje de resultados en relación de la prevención de importantes patologías que afectan a nuestro sistema de salud.
Por tanto podríamos definir que la agricultura ecológica, se puede definir de manera sencilla como un compendio de técnicas agrarias que excluye normalmente el uso, en la agricultura y ganadería, de productos químicos de síntesis como fertilizantes, plaguicidas, antibióticos, etc., con el objetivo de preservar el medio ambiente, mantener o aumentar la fertilidad del suelo y proporcionar alimentos con todas sus propiedades naturales.
De ahí los efectos saludables en la salud. Nuestro país reúne condiciones para el desarrollo de este tipo de agricultura por su favorable climatología y los sistemas extensivos de producción que se aplican en un gran número de cultivos. En lo que respecta a la producción animal, la conservación de un patrimonio genético importante de razas autóctonas, de gran rusticidad en su mayoría y adaptadas al medio, favorece su cría y explotación en régimen extensivo. Todo ello, sin olvidar la tradición y el desarrollo alcanzado por la apicultura, cuyo manejo cuidadoso ha dado lugar a la obtención de productos de gran calidad por la abundancia y variedad de la flora melífera existente en España.
Muchos de estos productos, miel, propóleos, jalea real, pan, pasta alimenticia, trucha, dorada, lubina, carne y embutidos, legumbres, aceite, harina de espelta, pan, son recomendados por diferentes profesionales, como elemento esencial en una alimentación sana. Los productos ecológicos que elaboran empresas de Guadalajara se presentan avalados por una materia prima natural que los convierte en alimentos de calidad y que a su vez permiten que la actividad económica no se pierda en las zonas rurales. A veces el precio es lo que menos nos gusta de los productos ecológicos, pero si lo pensamos, merece la pena porque tenemos la garantía de consumir alimentos cien por cien naturales. Todo un placer para el paladar.