Protégete del sol
Autor: Dª. Esther Bayón Alvarez, Médico de Atención Primaria
Ya se acerca el verano, los días son más largos y nos entran ganas de divertirnos y descansar en la playa, la piscina o la montaña.
¿Cómo nos daña el sol?
La luz solar tiene efectos beneficiosos para nuestro estado de ánimo, la presión arterial, los huesos… pero pueden ser muy perjudiciales con una exposición prolongada y sin protección provocando problemas visuales, cataratas, quemaduras y son la principal causa de envejecimiento, manchas, arrugas y lesiones cutáneas como la queratosis actínica y los melanomas. La mayoría de estos cánceres de piel podrían evitarse con una adecuada protección solar desde la infancia ya que los efectos son acumulativos (la piel tiene memoria).
La radiación solar se divide en:
– Luz visible: que nos permite apreciar las formas y los colores.
– Radiaciones infrarrojas: Nos dan calor.
– Radiaciones UVA: Nos broncean, pero también causan daños a largo plazo y algunos tipos de cáncer.
– Radiaciones UVB: Producen las quemaduras solares y dañan el ADN provocando la mayoría del cáncer de piel.
– Radiaciones UVC que no llegan a la tierra.
¿Cómo nos protegemos del sol?
Se recomienda el uso de sombreros o gorras, ropa que cubra la piel de los rayos solares, resguardarse en la sombra, beber abundante agua y zumos, no exponerse al sol en las horas centrales del día (entre las 11 y las 16 horas), utilizar cremas protectoras y el uso de gafas de calidad que bloqueen las radiaciones UVA y UVB.
¿Qué tipo de cremas de protección solar hay?
Hay tres tipos de cremas que nos protegen frente a las radiaciones UVA y UVB:
– Cremas con filtro físico: Reflejan la radiación UV, pero se extienden peor y hay que aplicarlas con mayor frecuencia.
– Cremas con filtro químico: Absorben la luz solar y deben aplicarse como mínimo 20 minutos antes de la exposición al sol (antes de salir de casa).
– Cremas con filtros mixtos: Son la mayoría.
¿Cómo elegir una crema de protección solar?
La elección de una crema de fotoprotección depende de muchos factores como la edad, el tipo de piel, la actividad que vayamos a realizar, el número de quemaduras previas, los antecedentes familiares y personales de melanomas, el tipo de exposición solar (es peor exponerse al sol de manera aguda y en cortos periodos de tiempo que de manera continuada a lo largo de todo el año), los tratamientos farmacológicos …
Por debajo de los 6 meses de edad no se recomienda la aplicación de cremas de fotoprotección y se debe evitar la exposición al sol. Entre los 6 meses y los 3 años se recomiendan cremas con filtros físicos, preferentemente con un factor de protección de 50.
Las cremas hay que aplicarlas antes de la exposición solar, de manera abundante, cada dos o tres horas o antes si nos hemos bañado, sudamos mucho o nos rozamos la piel con la ropa o la toalla. Se deben usar también los días nublados. No deben utilizarse previamente colonias, desodorantes ni otro tipo de cremas y no debemos olvidarnos de aplicarlas en zonas como las orejas, cuello, pies…
No se deben utilizar las cremas de protección solar del verano pasado si están abiertas porque pierden sus propiedades entre los 6 y los 12 meses. Recuerda también hidratar la piel después de la exposición al sol.
Sol sí, pero siempre con precaución. Podemos disfrutar del sol tomando las medidas adecuadas.
Revisa con regularidad tu piel buscando cambios en el tamaño, la forma y la coloración de los lunares y consulta con el médico de atención primaria o dermatólogo.
La prevención es la mejor solución.