SALUD SEXUAL
Margarita Parrilla Rubio
Vocal de la Sección de Atención Primaria Urbana
Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Guadalajara
¿Sabemos lo que significa? La organización Mundial de la Salud en su definición más actualizada dice que es “un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad y no solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o malestar “.
La Salud Sexual requiere contemplarla desde la responsabilidad y el respeto de la sexualidad y de las relaciones sexuales del individuo, con la posibilidad de tener relaciones placenteras seguras, libres de coacción, de discriminación y de violencia, por lo que se deben respetar y proteger los derechos sexuales de los individuos.
La sexualidad en el ser humano está presente a lo largo de toda su vida y contempla el sexo como identidad, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción.
Se puede expresar de distintas maneras (deseos, pensamientos, creencias, valores, actitudes, roles y relaciones sexuales) y está influenciado por factores múltiples (biológicos, psicológicos, sociales económicos, políticos culturales, éticos, legales históricos, religiosos, etc.). La manera de abordar la sexualidad será distinta según seamos adolescentes, adultos o ancianos.
Los derechos humanos existentes se aplican a la sexualidad y a la salud sexual. Protegen el derecho de las personas a satisfacer y expresar su sexualidad y a disfrutar de la salud sexual con el debido respeto hacia los demás.
¿Qué papel tenemos los médicos en este tema? Importante. Debemos informar, asesorar y prevenir desde la infancia, haciéndolo de forma muy especial en la adolescencia, para llevar a un individuo adulto, responsable con su actividad sexual y reproductiva. Cuidando además de la prevención sobre todo de enfermedades de trasmisión sexual con consecuencias graves en el individuo o en su descendencia (sífilis, VIH, por más conocidas).
Es sabida la importancia que tuvo en la década de los sesenta el inicio del uso de los anticonceptivos, que supusieron una forma distinta de mantener relaciones sexuales añadiendo libertad en la pareja, al hacer un control efectivo de la natalidad.
Con la aparición del Virus de la inmunodeficiencia Humana (VIH), se planteó un problema de salud mundial totalmente relacionado con la sexualidad del individuo, tanto en colectivos homosexuales como heterosexuales.
El Virus del Papiloma Humano nos ha llevado a la comprensión de una patología tan importante como el cáncer de cervix en la mujer y su tratamiento preventivo en vacunas actualmente y campañas de prevención, antes de conocer su origen de trasmisión sexual.
Las enfermedades cardiovasculares, diabetes, etc. tienen en las disfunciones sexuales un signo de alarma muy precoz, al que debemos estar alerta por preceder en años a un suceso cardiovascular grave (infarto, ictus, angina, etc,). La mayor supervivencia por eventos cardiovasculares hace que la afectación de la esfera sexual sea uno de los temas a abordar en el tratamiento de estos pacientes.
Hoy en día, también es importante la medicina en el ámbito de la reproducción por todas las técnicas que hacen posible el embarazo.
La longevidad nos plantea una sexualidad muy presente en épocas de la vida avanzadas y debemos ser proactivos para paliar en parte las consecuencias de la edad.
En resumen, desde la medicina, tenemos un papel de formación, consejo, prevención de la salud, atención en la salud reproductiva y de tratamiento de todas aquellas patologías en la que la esfera sexual del paciente se sienta alterada. Debemos considerar que la salud sexual forma parte importante en la salud general del individuo y prestarle la debida atención.