Exigente jornada de senderismo en el Alto Tajo
El grupo de senderismo del Colegio de Médicos dio un paso de gigante en su última etapa, superando una de las rutas más exigentes de la historia de este colectivo andarín. El trayecto elegido fue el que separa las localidades de Huertapelayo y Valtablado Del Río, a lo largo de 25 kilómetros que discurren a la orilla del Alto Tajo, en la etapa quinta de los “Senderos de la Miel”.
Tras tomar el autobús en Guadalajara, el grupo se dirigió a la lejana localidad de Huertapelayo, escogiendo para ello el itinerario que pasa por Sacedón. Café y tostada en Casa Goyo de Alcocér, buenas caras y muchas ganas de caminar por parte de todos los asistentes a la ruta. En total, fueron 22 personas las que emprendieron la marcha en la plaza de Huertapelayo, un precioso pueblecito enclavado en el corazón del Alto Tajo. Desde allí tomaron una pista en dirección al GR-10, la gran ruta que une Valencia y Lisboa atravesando la provincia de Guadalajara. El primer ascenso hizo mella en los senderistas y algunos acusaron este esfuerzo del primer tramo durante toda la jornada. Los más rápidos marcaron un ritmo exigente, motivados por la escasa dificultad técnica de “La Pista del Tajo”. Sin embargo, los pies de algunos comenzaron a resentirse por la uniformidad del terreno y la falta de complicaciones. Tras 14 kilómetros de pista llegaron a una bifurcación donde se cruzaron con los primeros caminantes, que parecían venir desde Valtablado Del Río. A partir de ahí, la pista se transformó en senda y se acercó mucho más al río, contemplando toda la belleza del Hundido de Armallones.
La naturaleza de los problemas cambió a partir de ese momento: los carteles del área de descanso no fueron suficientes para localizar la fuente y la comitiva tuvo que afrontar los últimos kilómetros de la marcha sin provisiones. Tras la parada reglamentaria para cargar las pilas, la temperatura siguió subiendo y el esfuerzo superó a los caminantes. Unos cuantos tiraron y otros muchos sufrieron para conseguir el objetivo. Juntos, animándose los unos a los otros, compartiendo agua y frutos secos, repartiendo la carga y dosificando, fueron capaces de llegar a Valtablado Del Río, donde una fuente de agua clara parecía estar esperándoles.
Con esta aventura finaliza la temporada senderista a su paso por Guadalajara, el fin de fiesta tendrá lugar el puente de Castilla La Mancha en la Ruta del Cares.