NUEVO PARTE MÉDICO: ¿Cómo se está viviendo la pandemia desde las consultas de Medicina de Familia?
ATENCIÓN PRIMARIA
Milko Torres de Castro
COL nº282843889
La pandemia está suponiendo una situación de estrés inimaginable para el sistema sanitario a nivel global. Ni en los mejores protocolos de contingencias se podía prever una situación como la que llevamos viviendo desde principios de 2020.
Esto está generando una serie de actuaciones que han tensionado la sanidad, en nuestro caso concreto la Atención Primaria, hasta el punto de fractura.
No escribo estas líneas exclusivamente desde el prisma de la gestión o la Dirección. Hasta hace muy poco yo estaba también en una consulta médica y he vivido la pandemia como médico de Atención Primaria, siendo testigo directo de los cambios que ha traído consigo la crisis sanitaria para todos los profesionales, de todas las categorías y niveles asistenciales.
Los profesionales estamos totalmente agotados, llevamos dos años en los que la presión asistencial en las consultas se ha duplicado y en algunas zonas triplicado. La forma de trabajo ha cambiado bruscamente: de un día para otro tuvimos que empezar a resolver problemas de salud telemáticamente, con la complejidad y la presión que implica tomar decisiones cuando no tienes delante a tu paciente y que nos ha exigido asumir el reto de abordar una nueva forma de hacer nuestro trabajo. Los médicos queremos explorar y ver al paciente, y la población debe saber que ése es nuestro mayor deseo.
Los usuarios deben ser conocedores y conscientes de que las medidas que hasta ahora se han ido adoptando tienen como principal objetivo el de garantizar su seguridad, y también la de los profesionales que les tienen que atender, precisamente para que podamos seguir atendiendo a los pacientes. Si enfermamos los profesionales, la atención en los centros de salud queda comprometida, como así ha pasado en algunos casos.
La elevadísima presión asistencial, las numerosas bajas de profesionales, el aumento del número de tareas, la necesidad de reinventarse -tanto médicos como enfermeras- o el trabajo que supone el proceso de vacunación, clave para poder vencer a la infección, está suponiendo un esfuerzo enorme para Atención Primaria.
Trabajar con dos circuitos para evitar la transmisión está suponiendo que haya profesionales con dificultades para realizar otras funciones asistenciales. Además, se trabaja con protocolos que van cambiando constantemente según la evidencia científica que va apareciendo. Esto también nos exige un continuo esfuerzo, aprendiendo de esta nueva enfermedad cada día y aprendiendo también continuamente a hacerle frente con el nuevo conocimiento y las nuevas herramientas de las que disponemos.
La gestión de la atención sanitaria está siendo por todo ello muy complicada, tanto que en algunos momentos nos parece casi imposible. Las numerosas bajas de profesionales, imposibles de prever, la escasez de profesionales para poder cubrir estas bajas por distintas razones, el aumento de los servicios para poder atender las necesidades, la apertura de centros de vacunación, de centros para pruebas diagnósticas, los traslados de equipamientos, de material, la información a la población.
Todo esto supone un trabajo ímprobo que sólo se conoce bien cuando formas parte de ello. Además, a veces las decisiones no se pueden tomar con la agilidad que quisiéramos, por múltiples factores que muchas veces escapan de nuestro ámbito de gestión.
Por último, el otro factor clave es la sociedad, muchas veces con un exceso de información. Y como se dice, y no puedo estar más de acuerdo, suele pasar que el exceso de información desinforma, sobre todo cuando esta información no está verificada y circula sin control por servicios de mensajería y redes sociales. La avalancha de información, sumada a los bulos que tan flaco favor hacen y a la incertidumbre, ha provocado mucha confusión y ha disparado el número de consultas no sanitarias que han terminado de colapsar las unidades administrativas de los centros de salud y, por ende, las consultas médicas. Aunque entendemos el lógico nerviosismo de la población en esta situación, a veces echamos en falta un poco de comprensión por parte de la sociedad para rebajar el grado de tensión existente, una tensión que no ayuda en nada sino que, por el contrario, produce un agotamiento mayor.
También necesitamos, ahora más que nunca, que la ciudadanía asuma los cambios que ha traído consigo la pandemia al igual que los vamos asumiendo los profesionales. Aunque no ha sido como hubiéramos deseado, determinadas cuestiones llegaron con la pandemia para quedarse y se han demostrado eficaces en algunos casos. Así sucede con la resolución telefónica de gestiones para las que no es necesaria la presencialidad: no es sólo útil sino también recomendable para evitar molestias y desplazamientos y proporcionar seguridad y otras ventajas.
O modificar algunos hábitos arraigados en determinadas zonas, como las concentraciones de vecinos en los consultorios como encuentro social y sin un motivo médico. Lamentablemente, la pandemia se ha llevado por delante no sólo a personas, también se lleva consigo algunas de nuestras costumbres.
Y desde la posición que desde hace un tiempo ocupo, desde la Gestión, debo decir que es también muy duro y exigente estar aquí. Porque desde el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha y desde esta Gerencia estamos trabajando con empeño para hacer frente y dar solución a los retos que esta crisis sanitaria nos ha supuesto. No hemos parado en todo este tiempo de buscar soluciones, reforzar centros y contratar más personal, proporcionar los medios que están en nuestra mano -y aún más- para poner en marcha nuevos recursos, nuevos dispositivos, sustituir a personal de baja en una situación en la que es mucho más que difícil encontrar profesionales para ello. Y muchos de nuestros compañeros de Atención Primaria se han puesto a nuestro lado ofreciendo su ayuda, doblando turnos, apoyando a otros centros y renunciando a vacaciones para atender esta crisis, conscientes como nosotros de la dificultad de encontrar sustitutos.
Pero esta lucha es de todos y ahora más que nunca necesitamos que profesionales y usuarios no enfrentemos posiciones frente a la Covid sino que debemos sumar fuerzas y colaboración. De esta voluntad dependerá el éxito.
Médico Atención Primaria.
Subdirección Médica Atención Primaria SESCAM Guadalajara