La Laguna de Taravilla y el Salto de Poveda, un clásico que siempre funciona
Es lo que tienen los clásicos, que por mucha vez que los visites, te conquistan una y otra vez. Algo así pasó este domingo en la ruta senderista del Colegio de Médicos de Guadalajara. Los caminantes dirigieron sus pasos hasta el Punto de Información cercano a Poveda de la Sierra, con el objetivo de visitar la Laguna de Taravilla y el Salto de Poveda. Como el Hayedo de la Tejera Negra o el Ocejón, estos enclaves del Alto Tajo forman parte de los imprescincibles de los amantes de la provincia de Guadalajara. Las expectativas no defraudaron a los senderistas, que disfrutaron como enanos del camino, de las vistas y del almuerzo en las Casas del Salto. La ruta, perfectamente señalizada, comenzó en el Punto de Información.
Desde allí, tomaron una pista amplia por la que los coches circulan hasta la Laguna de Taravilla, incomodando a los más aventureros. Afortunadamente, los intrépidos caminantes atravesaron pronto el río Tajo por el Puente de los Pescadores y se adentraron en una estrecha senda que discurre por el margen izquierdo del Río. El camino, calificado como Geo-Ruta, atraviesa un antiguo meandro del río y descubre sorprendentes paisajes geológicos como el pliegue anticlinal de las rocas o el antiguo cañón fluvial del Tajo.Tras la foto de rigor frente al Salto de Poveda, llegó el tramo más complicado de la ruta, que incluía una fuerte pendiente. Sin embargo, tras el sobre esfuerzo de la ascensión llegaron varias recompensas. Primero, el deleite visual de la Laguna de Taravilla, procedente del surgimiento de las aguas subterráneas, después, la cervecita en las Casas del Salto y más tarde, el sosegado paseo por la pista, entre los pinos, camino del autobús. Hizo muy buen día, todavía sin demasiado calor, con una temperatura muy agradable y solo durante toda la jornada. La próxima excursión será el 21 de mayo con destino Prádena de Atienza, para subir al Alto Rey