Tabaco “La enfermedad que es muda”
Dra. Dña. Natacha Hernández Pérez, Vocal de Médicos en Formación, del Colegio de Médicos de Guadalajara (Publicación 24/01/2014)
El 28 de octubre de 1492, Colón y sus hombres tras su llegada a las costas de Cuba, lo que más les llamó la atención de sus habitantes fue observar que expulsaban humo por la boca procedente de hojas secas, que no eran otra cosa que tabaco. Su consumo se asociaba a fines mágicos, religiosos y también medicinales.
Los conquistadores se trajeron consigo la planta del tabaco, la “Nicotiana Tabacum”, junto a otros productos, como la patata o el maíz. Junto al producto trajeron también el hábito de su consumo.
En Francia, el consumo fue introducido entre la nobleza al recomendárselo el embajador de Francia en Portugal, Jean Nicot, a la reina Catalina de Médicis. Este halo medicinal, facilitó su expansión, al tiempo que surgieron las primeras prohibiciones de su uso, sin embargo no fueron suficientes para frenar el paulatino auge del mercado del tabaco (Pérez y Otros, 1999: 42).
A raíz del descubrimiento de la máquina de fabricar cigarrillos durante la Revolución Industrial, el consumo de tabaco efectúa un salto cualitativo, propagándose con un mayor ímpetu a partir de la 1ª Guerra Mundial (1914-1918). Ya entrado el siglo XXI, en muchos países de los considerados desarrollados, son muchas más las adolescentes mujeres fumadoras que hombres.
Desde hace siglos, numerosos han sido los partidarios y los detractores de este producto, de forma que la documentación que podemos encontrar al respecto es muy abultada, especialmente desde el siglo XVI hasta la actualidad. En los primeros tiempos se ensalzaban sus propiedades terapéuticas, las posibilidades de aclimatación y cultivo…, siendo en la última mitad del siglo XX cuando proliferan los estudios epidemiológicos que ponen de manifiesto los efectos nocivos del tabaco, tema sobre el que la literatura impresa es especialmente abundante (Becoña, Palomares y García,1994: 19).
Basta recordar el impacto producido por el Vicepresidente de Investigación y Desarrollo de la Brown and Williamson Corporation, Jeffrey Wigand, que expulsado de su empresa, en 1993, es reclamado al año siguiente como consejero técnico por el destacado periodista Lowel Bergman para esclarecer unos documentos de la compañía Philip Morris. Sus afirmaciones ante la prensa y la justicia constituyeron un factor clave en el enjuiciamiento de las empresas tabaqueras que, como consecuencia, obligaron a pagar 360.000 millones de dólares a las personas damnificadas a causa del consumo de tabaco (El Mundo, 1999: 38).
Que romántica nuestra historia……………………
¿QUÉ ES EL TABACO? Ese mal tan tratado, tan divulgado y tan poco conocido!!!
Mal conocido y bien ocultado entre el gigante económico del poder, ejemplo de la irracionalidad personificada en la historia del hombre, hoy sabemos todos que es la primera causa en el mundo prevenible de enfermedades, cardiovasculares y otras .Y sin embargo habla por mas que no es escuchado. Es la enfermedad no diagnosticada, la enfermedad muda la que no habla y mata.
Lacera con el puñal más fino a su víctima y sin embargo,… ¿continuamos fumando?
No creo yo que el hombre pueda ser tan ignorante. Cuando escuchamos en la tele la posibilidad de que un producto no es beneficioso para la salud, se produce la alarma social y dejamos de comprarlo.
Pero digo yo,… ¿necesitamos más evidencia científica de la que ya está expuesta para demostrar que el tabaco mata?
Adiós con todas aquellas fabulas de los conquistadores, que los indios de las Américas no llegaban ni a los 50, adiós con un mundo de vicio y placer…
Continuad siendo ignorantes si queréis, pero aceptar con dignidad una muerte segura.