La prevención como estrategia definitiva frente al cáncer de mama
Autor: Carlos Zorzo Ferrer, vocal de Médicos Jubilados del ICOMGU
Según los últimos datos recogidos por el Sistema Europeo de Información del Cáncer (ECIS, por sus siglas en inglés) oficina gubernamental de la Comisión Europea, en 2020 se diagnosticaron un total de 34.088 nuevos casos de cáncer de mama en España, siendo éste tipo de tumor el más frecuente entre las mujeres por delante del cáncer colorrectal, de útero, de pulmón y de ovario. En España, aproximadamente el 30% de los cánceres diagnosticados en mujeres se originan en la mama y la probabilidad estimada de desarrollar cáncer de mama siendo mujer es de 1 de cada 8. Este tipo de tumor suele aparecer entre los 35 y los 80 años, aunque la franja de los 45-65 es la de mayor incidencia, al ser el momento en el que se producen los cambios hormonales de la menopausia
A nivel global, el cáncer de mama ocupa el segundo lugar en incidencia, tras el cáncer de pulmón y en países desarrollados como USA y algunos del norte de Europa, su presencia está disminuyendo alrededor de un 1% desde principios de éste siglo. Se cree que éste descenso de la incidencia se debe al efecto del sobrediagnóstico de los programas de cribado poblacional en dichos países que se iniciaron a finales del siglo XX. El aparente efecto de la terapia de sustitución hormonal discutido durante años, hoy en día ha dejado de tomarse en consideración.
Es necesario señalar que un 30% de aquellas pacientes que recibió un diagnóstico temprano tendrá una recaída con metástasis y que, según el informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) “Las cifras del cáncer 2019”, el tumor de mama continúa siendo la primera causa de muerte por cáncer entre las mujeres en España con casi 6.500 fallecimientos cada año. Afortunadamente el pronóstico de las pacientes con cáncer de mama ha experimentado un fuerte ascenso durante los últimos años con una supervivencia global a los 5 años, mayor del 90%. Una tendencia que refleja la importancia de los programas de diagnóstico precoz, así como el avance en los tratamientos individualizados para dicha enfermedad
La mayoría de los cánceres de mama diagnosticados en nuestro país, son el resultado de los programas poblacionales de diagnóstico precoz. La mamografía como herramienta diagnóstica en población de riesgo basal, ha demostrado mejorar la supervivencia (se estima que en un 20%) y ha disminuido la agresividad de los tratamientos al facilitar el uso de terapias tempranas. Sin duda, la detección precoz junto a la mejora de los tratamientos, son los responsables de la mayor supervivencia frente a ésta enfermedad.
De entre las múltiples pruebas de imagen desarrolladas para el cribado poblacional del cáncer de mama, la mamografía es la mejor estudiada y la única técnica que ha demostrado disminuir su mortalidad como se ha demostrado en múltiples ensayos aleatorios.
En nuestra región, en el pasado 2021, se invitó a 149.000 mujeres de entre 45 y 70 años a participar en el Programa de Detección Precoz de cáncer de mama. Con una asistencia del 81%, se realizaron 121.359 mamografías. En Guadalajara, dicha participación fue del 80%.
En Castilla la Mancha, el programa de detección comienza cuando las mujeres cumplen los 45 años y, con una frecuencia bienal, se desarrolla hasta los 70 años. Según los datos presentados recientemente desde la Delegación Provincial de Sanidad de Guadalajara, en la presente campaña se han mejorado los datos de participación previos, alcanzando el 90,25%. De todas las mamografías realizadas, ha sido necesario derivar a Atención Especializada un 0,5 % dado el alto nivel de sospecha de posible malignidad.
Debemos felicitarnos por disponer de un sistema de detección precoz tan bien establecido. Con una altísima tasa de participación que demuestra lo bien informadas que están las mujeres de nuestra Región y que conduce a una mejora de la supervivencia y a unos tratamientos tempranos, mucho menos agresivos. Pero, la lucha continúa y no debemos descuidarnos. Aún son muchas las mujeres que siguen falleciendo por esta enfermedad por lo que nuestro esfuerzo en las dos líneas que han demostrado mejores resultados, no deben disminuir. Los avances en los tratamientos y la mejora en el diagnóstico precoz nos permitirán dominar a ésta enfermedad.