Hernia de hiato
Dr. D. Jesús Cuesta Monge Vocal de Médicos de Hospitales del Colegio Oficial de Médicos de Guadalajara. (Publicación 18/10/2013)
La hernia de hiato se produce como resultado del paso de parte del estómago al tórax (a una parte del mismo denominada mediastino) a través del hiato esofágico (zona del músculo diafragma que separa el tórax del abdomen). El esófago no ocupa totalmente la luz del hiato, puesto que es un órgano que necesita aumentar de tamaño cuando pasa el contenido alimentario.
Síntomas de la hernia de hiato
En muchos pacientes, la hernia de hiato es asintomática, constituyendo frecuentemente un hallazgo en un estudio de imagen (gastroscopia o prueba radiológica). Cuando causa síntomas se deben sobre todo al reflujo gastroesofágico (ardor, pirosis o regurgitación de alimentos) y, menos frecuentemente, a lesiones en la mucosa que causan pérdidas de sangre y anemia crónica.
La mayoría de los pacientes con hernia de hiato no tienen lesiones en la mucosa del esófago. Aproximadamente, se estima que menos de la tercera parte de los pacientes con reflujo gastroesofágico desarrollan inflamación del esófago (esofagitis).
El diagnóstico de la hernia de hiato se realiza con pruebas radiológicas (radiografía de tórax, radiografía con contraste de bario y TAC) y con la endoscopia. Esta última nos permite también ver si existe inflamación del esófago (esofagitis).
Tratamiento
La hernia de hiato precisa tratamiento cuando produce síntomas. En la mayoría de las ocasiones los síntomas se deben al reflujo gastroesofágico y, por ello, el tratamiento no es quirúrgico. Aplicaríamos las siguientes recomendaciones:
- Medidas dietéticas. Recomendaciones sobre el régimen de vida y la alimentación (evitar las comidas copiosas y ricas en grasas, el consumo de alcohol, las bebidas gaseosas, café, chocolate).
- Medidas de adecuación del régimen de vida. Evitar el sobrepeso, no adoptar la postura horizontal después de las comidas, no fumar, elevar la cabecera de loa cama, en particular cuando existe regurgitación de alimentos.
- Tratamiento mediante medicamentos. Son de preferencia los antisecretores (omeprazol y derivados). Además los fármacos que evitan el reflujo o procinéticos (Levogastrol, Cidine, etc) son más adecuados cuando existe regurgitación.
- El tratamiento mediante cirugía (técnicas antirreflujo) se indica en pacientes con fracaso del tratamiento médico y también en aquéllos que lo prefieren frente a un tratamiento con medicamentos de mantenimiento, aun siendo eficaz, porque desean evitar el consumo crónico de fármacos como el omeprazol. Igualmente se deben operar las hernias muy voluminosas que alteran el tránsito del contenido alimentario o producen anemia crónica.
Resumiendo, el hallazgo de una hernia de hiato mediante cualquier medio diagnóstico indicado por otras razones en un paciente asintomático no precisa, en general, de más intervenciones diagnósticas y terapéuticas.
En los pacientes que presentan síntomas de reflujo gastroesofágico, sin síntomas de alarma (dolor o dificultad al tragar, pérdida de peso, anemia, hemorragia digestiva) las diferentes sociedades médicas de Aparato Digestivo recomiendan tratamiento con omeprazol durante 1 mes y, si no hay mejoría de síntomas duplicar la dosis durante otro mes. Si se mantienen los síntomas se realizaría una endoscopia digestiva. En los pacientes que presentan síntomas de alarma se indica endoscopia digestiva desde el inicio.
Esofagitis por refujo